Apareciste cuando no te esperaba. Llegaste sin avisar, pero
haciendo mucho ruido. Me asuste, lloré, grité, no me lo podía creer….no me lo
quería creer. Quería despertar, que todo
fuera un sueño, abrir los ojos y que tú no estuvieras ahí. Pero eras más real
que yo, más real que todo lo que me rodeaba.
Te había soñado tantas veces… cómo sería tu cara, tus ojos,
tu pelo, tu piel, tu olor…
Había hecho mil planes para ti, para nosotros.
Me he guardado cada beso que no te di, cada caricia, cada
sonrisa, cada mirada, cada susurro, cada te quiero….
No querías irte, lo sé.
¿Por qué tuviste tanta prisa por
llegar? ¿Por qué fuiste tan impaciente? ¿Por qué no esperaste?
Había hecho mil planes para ti,
para nosotros.
Te habría dado mi vida entera. Te
habría dedicado cada segundo de mi tiempo.
Y ahora no estás. Te has ido. Te
obligué a irte, porque tú querías quedarte. Querías ser. Querías que te viera,
que te quisiera, que te amara, que te cuidara, que te protegiera… Y yo quería
hacerlo…
Había hecho mil planes para ti,
para nosotros…pero no era el momento.
No era el momento.